SUMARIO DE LA NUEVA POESÍA

martes, 7 de junio de 2016

Caminar entre Diosas y Demonios








“Si Dios no existiese habría que inventarlo.
Porque, comprenderéis, es precisa
una religión para el pueblo.”

Voltaire


Caminando por el centro de Lima y deambulando sin rumbo fijo observaba la arquitectura, de repente un aroma familiar, un olor a papel viejo me llamó la atención desviándome aún más hacia una pequeña calle que parecía estallar de libros usados. Eran cuadras y cuadras de libros que estaban allí huérfanos de dueños y preñados de historias escritas y vividas. Sin embargo; parece extraño cómo los libros pasan de mano en mano, a veces me hace pensar que la fuerza que los crea le imprime su carácter misterioso el cual le permite llegar a tener vida animada en las manos generosas de quien llega a despertarlo. Son como especie de duendes caprichosos que saben dónde nacen, pero que no conocen su destino final.



Hace poco recordaba aquella tarde cuando reunido con los escritores Radamés Laerte Giménez y David Figueroa Figueroa, conversábamos en torno a los poetas que han influido en su formación lírica, y el poeta Figueroa, como siempre con sus libros debajo del brazo, sacó uno de sus autores favoritos, más para mí ocurrió lo sorprendente cuando dentro de ellos también aparece Diosas y demonios, escrito éste por el amigo Lucas Barreto o Lucas de Juana, como él mismo se hace llamar. Cuando aprecio el libro me digo con entusiasmo ¡qué bueno salió el poemario de Lucas!, lástima que no lo tengo. Inmediatamente, Radamés toma en sus manos dicho ejemplar y me dice: “tenga poeta, es suyo, yo se lo regalo”. Y así saltó de un dueño a otro, validándose mi teoría sobre la voluntad voluble de los libros.



Ahora bien, en algunos de los poemas de “Diosas y demonios” encontramos versos con una postura política bien definida y un desarrollo lirico sólidamente planteado. En los poemas constatamos lo que el ex Presidente Chino Mao Se Tung dijo en el Foro de Yenán sobre Literatura y Arte en el año 1942, cuando planteó la unidad de la política y el arte, es decir, la unidad del contenido y la forma. Para ese entonces, Mao decía:


“Una obra de arte que carece de valor artístico, por progresista que sea en lo político, no tiene fuerza”. De acuerdo con lo expresado en el poema “Balar de ovejas por silbidos de bombas”,



Encontramos esa perfecta combinación “política-arte”, como lo planteaba el Presidente Mao. Muestra de estos elementos visualizados en el texto del autor Lucas de Juana que relacionamos con lo manifestado por Mao lo apreciamos y disfrutamos fragmento:


“Y en ese génesis sagrado

con diásporas de Sión

fue formándose un feroz sionismo,

el que ha llevado el terror y holocausto

al nacimiento y vida de los niños palestinos

y ellos judíos desesperados

en masa quemados

Heredaron otro odio,

aprendieron otra furia

que con la quebrada cruz

les enseñó el nazismo”



Como si estuviese ungido por los poetas malditos, Lucas Barreto realiza un arte libre, provocativo e irreverente, y en algunos casos se aleja de las “normas establecidas” para dar rienda suelta a la creación; así como también se atreve a desarrollar temas considerados tabú, como la posición de las iglesias en la sociedad. Quizás por ello algunos versos nos dejan un sabor Sartriano de existencialismo ateo, pues en este sentido en los versos del poema “Creadores de dioses y demonios” podemos observar esos detalles:


“Y así fueron apostolando

salmos y parábolas

y el espíritu del hombre silvestre

se confundió y todo se llenó de dudas

sectas y religiones

y el templo de Jesús

se convirtió en la empresa

más grande de los mercaderes

que visten de sonata

y la simonía conocen muy bien.

Ellos acusan de ateos

a quienes dejaron de creer

en su milenaria fábula

y de negar al Dios que crearon

y que ellos mismos mataron”



Uno de los elementos que se puede constatar en este poemario, es el canto de este trovador a sus raíces yaracuyanas, en especial, a la tierra mágica de Chivacoa, en el que se destaca la fertilidad de sus suelos y la majestuosidad de la naturaleza, como también la herencia de los aborígenes, Caquetios y Jirajaras; todo ello representado en la imagen mística de la reina: la Diosa María Lionza, corazón vegetal enclavado en la montaña de Sorte, en tanto el texto “Marialionza” es una oda a madre Natura:


“Quiero dormir en tu lecho

sin velas ni fogatas

que luchen contra tu sagrada oscuridad

El sueño de nuestros aborígenes

tú lo haces realidad,

porque el sincretismo desafiante

ante tu merced se inclina

Y voces de toda la madre tierra

a ti claman en angustia

cuando no son oídos por sus dioses”


Otro aspecto digno de realzar, es la construcción tipo crónica que encontramos en algunos poemas, incluso, el juego literario que el autor realiza en las líneas de “Maíta. Allí disfrutamos de una carta escrita desde su corazón, la cual se sumerge en el universo, lugar común donde todas las almas son una, y desde ese plano se confiesa, sin rabia ni amargura, pero sí con nostalgia, la que nos hace viajar a su infancia, donde apreciamos en ese viaje a un niño que atesora las enseñanzas de su madre y transforma ese mundo en nuevos mundos, gracias a la poesía:


“Entonces la soledad,

tristeza y dolor

por la luctuosa pérdida

de tu ser amado

acabaron con tu vida

que era mi vida

ahora camino solo y triste

y en tu ausencia

tu Dios me abandonó también

y espantado de mí hoy

me refugio en aquel abecedario

que me enseñaste cuando niño

y hago de mi dolor canciones

y poemas de mi tristeza

para decirles a todos

que tu oráculo se equivocó”


Leyendo algunos de sus textos notamos cómo sus palabras “se adelgazan a veces como las huellas de las gaviotas en las playas”, ello en cuanto al manejo tierno y delicado que hace el escritor de un recurso expresivo como el diminutivo y, a pesar del mismo, en ningún momento su uso resta fuerza a la palabra, sino que por el contrario, carga el verso de una connotación afectiva dejando ver una vez más la sensibilidad del poeta cuando describe o se refiere a los niños, en este aspecto en las líneas de “Claudia” esos elementos son descifrados por nuestros ojos:


“Tus ojos son dos luceritos

que alumbran el porvenir

tu risa es un trinar de aves

que nos conmueve de dulzura

y tus ocurrencias sin darnos cuenta

nos llenan de orgullo y vanidad

y sin parar las contamos…

y que alegría volver a verte Claudia

con tu carita de amor, de golosina,

de flores y mariposas.”


David Figueroa González



* ilustración: Anciano al sol de Mariano Fortuny

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